Lo más recomendable es realizar el trámite una vez pagado por completo las cuotas establecidas en el contrato con la entidad financiera, ya que así podrás tener todos los derechos de propiedad del vehículo. Además, esto ayudará a evitar problemas futuros, uno de ellos podría ser que en caso de querer venderlo, no será posible, ya que el vehículo no estará a tu nombre sino de la entidad financiera.